Uno de los pilares fundamentales de la Ley Karin es la creación de protocolos de prevención en los lugares de trabajo. Estos protocolos son esenciales para establecer un marco claro y efectivo que permita prevenir, denunciar y abordar el acoso laboral, acoso sexual y la violencia en el trabajo. A continuación, te explicamos cómo deben ser estos protocolos y qué elementos deben incluir para ser efectivos.
¿Qué es un Protocolo de Prevención?
Un protocolo de prevención es un conjunto de normas y procedimientos que una empresa debe implementar para prevenir y manejar casos de acoso y violencia en el trabajo. Este documento debe ser elaborado de manera participativa y difundido entre todos los trabajadores, asegurando que todos conozcan sus derechos y las vías para denunciar cualquier conducta inapropiada.
Contenidos Mínimos del Protocolo
1. Definición de Conductas Prohibidas: El protocolo debe incluir definiciones claras y detalladas de lo que se considera acoso laboral, acoso sexual y violencia en el trabajo. Esto ayuda a que todos los empleados comprendan qué comportamientos no serán tolerados.
2. Procedimientos de Denuncia: Debe establecerse un procedimiento claro y accesible para que las víctimas puedan denunciar casos de acoso o violencia. Esto incluye:
- Canales de Denuncia: Incluir múltiples vías de denuncia (presencial, telefónica, correo electrónico) para facilitar el proceso.
- Confidencialidad: Garantizar que todas las denuncias se manejarán de manera confidencial para proteger a las víctimas y a los denunciantes.
- Plazos: Especificar los plazos para la recepción y la resolución de las denuncias.
3. Procedimientos de Investigación: El protocolo debe describir cómo se llevarán a cabo las investigaciones internas, incluyendo:
- Designación de Responsables: Nombrar a las personas o equipos encargados de llevar a cabo las investigaciones.
- Imparcialidad y Confidencialidad: Asegurar que las investigaciones se realicen de manera imparcial y respetando la confidencialidad de todas las partes involucradas.
- Plazos de Investigación: Establecer un plazo máximo (por ejemplo, 30 días) para completar la investigación y tomar decisiones.
4. Medidas de Protección: Se deben incluir medidas específicas para proteger a las víctimas durante el proceso de denuncia e investigación, tales como:
- Cambio de Turnos o Áreas de Trabajo: Ofrecer la posibilidad de cambiar temporalmente de turno o área de trabajo para proteger a la víctima.
- Medidas Cautelares: Implementar medidas para evitar cualquier tipo de represalia o contacto entre la víctima y el acosador.
5. Sanciones: El protocolo debe especificar las sanciones que se aplicarán a quienes cometan acoso o violencia, de acuerdo con la gravedad de la falta. Estas pueden ir desde amonestaciones hasta la terminación del contrato de trabajo en casos graves.
6. Programas de Capacitación y Sensibilización: Para prevenir el acoso y la violencia, es crucial implementar programas de capacitación y sensibilización. Estos programas deben:
- Capacitar a Todo el Personal: Incluir formación para todos los niveles de la organización sobre qué es el acoso y la violencia, cómo prevenirlos y cómo actuar si ocurren.
- Promover el Buen Trato: Fomentar una cultura de respeto y buen trato en el lugar de trabajo.
7. Atención Psicológica y Apoyo: El protocolo debe contemplar la provisión de atención psicológica y apoyo a las víctimas de acoso y violencia, asegurando que reciban la ayuda necesaria para su recuperación.
Implementación y Difusión del Protocolo
1. Comunicación Efectiva: Es fundamental que el protocolo de prevención sea comunicado de manera efectiva a todos los empleados. Esto puede incluir:
- Reuniones Informativas: Realizar reuniones para presentar el protocolo y responder preguntas.
- Material Impreso y Digital: Distribuir folletos, carteles y correos electrónicos con información sobre el protocolo.
2. Actualización del Protocolo: El protocolo debe revisarse y actualizarse periódicamente (por ejemplo, cada dos años) para asegurar que siga siendo relevante y efectivo. Esto incluye incorporar cualquier cambio en la legislación y aprender de las experiencias pasadas.
3. Participación de los Trabajadores: Involucrar a los trabajadores en la creación y revisión del protocolo es crucial para asegurar su efectividad. Esto puede incluir consultas y talleres participativos.
Conclusión
El desarrollo e implementación de protocolos de prevención son fundamentales para crear un ambiente de trabajo seguro y respetuoso. Estos protocolos no solo ayudan a prevenir el acoso y la violencia, sino que también proporcionan un marco claro para actuar cuando estos problemas ocurren. Con un protocolo bien diseñado y difundido, las empresas pueden proteger a sus trabajadores, promover el respeto mutuo y cumplir con las obligaciones legales establecidas por la Ley Karin.